Gas: Sistema tradicional de calefacción y agua caliente sanitaria. Válido para cualquier tipo de calefacción. Varios tipos de calderas de gas: Condensación, estanca… Según necesidades del cliente.

Gasóleo: Pueden ser de calefacción o calefacción y agua caliente sanitaria. Una de las grandes ventajas de este sistema, es que tiene un rendimiento alto y sobre todo rápido, por lo que calienta antes que otros sistemas de calefacción, así que es idóneo para lugares donde se va a estar poco tiempo.

Pellets: Caldera de biomasa. Proporciona ahorro, ya que los pellets son menos costosos que los combustibles de calefacción por gas o eléctrica.

Suelo Radiante:

Sistema de calefacción que funciona a baja temperatura, entre 35 y 70 grados. Una ventaja estética y de confort, ya que podrá olvidarse de los incómodos y antiestéticos radiadores y proporciona un calor uniforme a su hogar. Además,cuenta con alta eficiencia energética en la instalación, llegando a ahorrar entre un 15 y un 20% respecto a la calefacción tradicional.

Energía Solar:

La energía solar es una energía renovable, obtenida a partir del aprovechamiento de la radiación electromagnética procedente del Sol, generando notables ahorros económicos, para propietarios e inversores de plantas solares fotovoltaicas.

Válvulas Termoestáticas:

Se utilizan en sistema de calefacción por radiador. Instalando estas válvulas, usted consigue una regulación de temperatura independiente en cada estancia, por lo que garantiza un ahorro energético considerable.

Termo Eléctrico:

Sistema de Agua Caliente Sanitaria mediante energía eléctrica. Supone otra solución diferente para disfrutar de agua caliente en su hogar. Distintas capacidades para satisfacer sus necesidades y las de los suyos.

Acumuladores:

Se basa en la alternancia de ciclos de carga y descarga, correspondiéndose generalmente los ciclos de carga con la noche y los de descarga con el día, debido a las tarifas reducidas, así como a las mayores necesidades de uso diurno.